Laicos Consagrados del Regnum Christi

«Dejarse sorprender por Dios» – Jorge Lam

«Cuando uno se abre a descubrir lo que Dios soñó para uno — lo que ya está escrito en lo más profundo de la propia historia — todo empieza a tener sentido».

Desde Venezuela hasta Washington D.C., el camino de Jorge Lam ha estado marcado por una búsqueda constante de sentido, servicio y respuesta al llamado de Dios. ¿Qué mueve hoy a un joven a consagrar su vida a Dios en medio de una cultura acelerada, digital y llena de incertidumbre? ¿Qué significa discernir una vocación cuando el mundo ofrece caminos tan diversos y cambiantes? Jorge ofrece una mirada cercana al valor del discernimiento y al modo en que la fe puede transformar la vida cotidiana.

Raíces y vocación

Jorge nació en Caracas, Venezuela. Desde pequeño estuvo vinculado al Regnum Christi: primero a través de Familia Misionera junto a su familia, y luego en el ECYD, donde descubrió un estilo de vida que lo fue marcando profundamente. En el periodo 2020-2021 sirvió como colaborador del Regnum Christi y al concluir ese año inició un proceso de discernimiento con los laicos consagrados. El 17 de agosto de 2024 hizo su consagración.

Actualmente vive en Washington D.C., donde estudia dos carreras en The Catholic University of AmericaMercadotecnia y Teología. Su objetivo es poder trabajar en apostolados y proyectos de tecnología que evangelicen la sociedad desde el mundo digital. En el territorio colabora en la sección de jóvenes del Regnum Christi en Washington, acompaña a los colaboradores de Everest Academy y participa en actividades de pastoral juvenil.

LTC, colaboradores y el acompañamiento a los jóvenes

Después de impartir este año un curso sobre el carisma del Regnum Christi a los jóvenes que asistieron al Leadership Training Course en Chicago, Jorge participó también como formador en el curso de verano de los colaboradores del territorio de Norteamérica, en el centro vocacional del Sagrado Corazón de Indiana. Allí trabajó junto a Tony Macdonnell, también laico consagrado, en un taller de tres días titulado The Masterpiece Within (La obra maestra interior).

«El taller estaba enfocado en ayudarles a descubrir su misión como laicos en el mundo. Trabajamos temas de autoconocimiento: historia personal, talentos naturales, carismas, sensibilidades ante las necesidades del mundo… y cómo leer todo eso a la luz de su contexto actual. Luego les dimos principios de discernimiento para que pudieran aterrizarlo en un trabajo apostólico. Fue muy enriquecedor acompañarlos en ese proceso», explica Jorge.

Lo que más le llamó la atención fue la apertura con la que los jóvenes vivieron la experiencia del curso. «Tuvimos diálogos personales en los que hablábamos de sus sueños, de lo que llevaban dentro desde hace tiempo y quizás nunca habían verbalizado. Fue muy bonito ayudarles a reconocer los dones que Dios ya les había dado y cómo podían responder a esos regalos».

Durante esos días, varios participantes comenzaron a replantearse su futuro. «Muchos descubrieron cosas de sí mismos que no habían reconocido. Algunos incluso comenzaron a replantearse sus planes de estudio o carrera porque se dieron cuenta de que había una misión que siempre les había llamado por dentro y que podían hacer algo al respecto. Algunos hablaban de evangelizar desde el mundo académico, el cine, la educación o incluso la evangelización digital».

Una universidad para la vida

Para Jorge, la experiencia de ser colaborador representa una etapa formativa de gran valor. «Para mí, ser colaborador es como una universidad para la vida. Es un año en el que aprendes a poner los cimientos para tu relación con Dios de cara al futuro. Vives con una capilla en casa, y eso te permite desarrollar una vida de oración profunda. Aprendes a vivir en comunidad, a servir y también a afrontar conflictos con caridad».

Además, considera que ese año deja una huella que trasciende lo espiritual. «Es un año en el que creces muchísimo humanamente. Ganas habilidades de comunicación, aprendes a tratar con todo tipo de personas y te conviertes en formador. Y luego todo eso lo llevas contigo a donde regreses: a tu sección, a tu universidad, a tu futuro trabajo. Es un año que multiplica todo lo demás».

Ante la pregunta sobre qué aconsejaría a un joven que siente la inquietud de ser colaborador, Jorge responde: «Le diría que se deje sorprender. A veces pensamos demasiado en lo que vamos a perder por dar un año, pero en realidad no nos damos cuenta de lo que se gana. Un año pasa rápido, pero lo que recibes te marca para siempre. Es una escuela de donación, y aprender a donarse es lo que da sentido a toda la vida».

Experiencias que marcan y el valor del discernimiento

Entre los recuerdos que más lo impactaron durante el curso, Jorge menciona una coincidencia significativa. «Tony y yo nos encontramos ahí con el P. Jaime Lorenzo, que también estaba como formador en el curso de verano. Resultó que Tony había sido director espiritual del P. Jaime cuando él era universitario en Catholic University of America, y curiosamente el P. Jaime había sido mi formador en el ECYD en Caracas cuando yo tenía 14 años y él era hermano en prácticas apostólicas. Me impresionó ver cómo, sin darnos cuenta, se juntaron tres generaciones de formadores trabajando juntos para formar a la siguiente generación».


Esa experiencia lo llevó también a reflexionar sobre el sentido del discernimiento, un tema central en su vida y en el acompañamiento de jóvenes. «Al final no hay nada que llene de verdad los deseos profundos del corazón humano más que Dios. Podemos tratar de controlar nuestro futuro desde nuestras propias fuerzas, pero nuestras ideas siempre serán limitadas. En cambio, cuando uno se abre a descubrir lo que Dios soñó para uno — lo que ya está escrito en lo más profundo de la propia historia — todo empieza a tener sentido». 

«Dios es un Padre bueno que cuida, que guía y que siempre quiere lo mejor para nosotros. Por eso vale la pena discernir: no para complicarse, sino para dejarse sorprender. Sus planes siempre superan los nuestros», concluye Jorge Lam.

Fuente: Regnum Christi

Scroll al inicio