Entrevista a Carmen Ramírez, consagrada del Regnum Christi, que participará como invitada especial en nuestra asamblea general de Diciembre.
- Háblanos un poco de ti. ¿De dónde eres? ¿Hace cuánto tiempo te incorporaste al Regnum Christi? ¿A qué te dedicas actualmente?
Soy mexicana, de la ciudad de Aguascalientes. Provengo de una familia compuesta por nueve hijos. Conocí el ECYD a los 10 años posteriormente a los 16 me incorporé al Regnum Christi. Terminando la preparatoria me consagré. Actualmente soy directora territorial de las consagradas de Monterrey.
- ¿Cuándo conociste a los laicos consagrados?
Puedo decir que a partir de 2012, cuando tuve varias -y cortas- oportunidades de trabajar con ellos en programas comunes. Antes conocía puntualmente a algunos de ellos.
- ¿Cuál fue tu primera impresión al conocerlos?
“¡Wow!” “¡son como yo!”. Experimenté que compartíamos la misma vocación y misión, con características propias en cada rama, pero esencialmente lo mismo.
- ¿Qué piensas que aportan los laicos consagrados al Regnum Christi?
La presencia de Cristo y su Evangelio en medio de las realidades temporales, además de que contribuyen con su capacitación y profesión al servicio del bien del conjunto y de la Iglesia. Me parece que son muy realistas, como quien tiene los pies en la tierra y la mirada puesta en el cielo.
- ¿Has trabajado con algún laico consagrado? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
En programas puntuales y actualmente en el comité territorial, en Monterrey. Mi experiencia ha sido de complementariedad, respeto y amistad, gusto por compartir la misma vocación.
- ¿Has notado algún cambio en los laicos consagrados en los últimos años? ¿En qué aspectos crees que se han renovado?
No sabría precisar mucho, pues los conozco a partir del tiempo de renovación. Creo que están asumiendo su carisma o identidad como rama y como consagración laical masculina en la Iglesia.
- ¿Cuáles son las tres cosas que más valoras de los laicos consagrados?
El que cada uno sea él mismo, y en esto, consagrado a Dios. Su amor al Regnum Christi como una obra de Dios. ¡Que saben celebrar! Y son muy buenos anfitriones.
- ¿Si tuvieras que explicarle a una persona que no es del Regnum Christi lo que es un laico consagrado, qué le dirías?
Le diría que es un hombre consagrado a Dios que, manteniendo su estado laical en la Iglesia, vive en pobreza, castidad y obediencia. Contribuye con su vida, sus talentos y su capacitación a la misión de la Iglesia, principalmente en las obras del Regnum Christi. Además vive en comunidad con otros consagrados como él.
- ¿Cuál crees que es el principal reto que afrontan los laicos consagrados en estos momentos?
Fortalecer su identidad siendo aquí y ahora presencia de los valores del Reino, de los mismos valores de Cristo, en la realidad social.
Dar unidad a su consagración, superando dualismos entre lo terreno y lo sobrenatural; la espiritualidad y el apostolado o la misión asignada; entre el ser grandes hombres y en esto grandes santos.
- ¿Cómo ves el futuro de los laicos consagrados? ¿Si estuviéramos en el 2027, qué dirías de ellos?
Personalmente me gusta mucho su vocación y su carisma. Identifico mi vocación con la suya, esto me lleva a decir que los veo con esperanza, transmitiendo a Cristo y formando apóstoles y por tanto siendo más miembros.
- ¿Cómo crees que se va a vivir la asamblea general extraordinaria de los laicos consagrados de Diciembre?
No lo sé, dependerá de cada uno y de que seamos una comunidad en discernimiento. Puedo hablar de mis disposiciones para esta asamblea, más de cómo creo que se va a vivir. Por mi parte quiero colaborar en el diálogo, ponerme a la escucha del Espíritu Santo para que se manifieste como lo ha hecho en las otras asambleas territoriales en las que he participado.
- ¿Qué le recomendarías a los laicos consagrados que participarán en la asamblea general?
Que abran su corazón a la acción del Espíritu Santo, dejando que Él se les comunique y a través de ellos, si así lo inspirara, comunicarse a todos los demás y dar sus dones.