El sábado 12 de agosto se tuvo una Misa con la cual dos jóvenes comenzaron la etapa inicial en la asociación de los Laicos consagrados del Regnum Christi.
Concelebraron junto al P. Ricardo Sada, L.C., director territorial, varios Legionarios de Cristo. Esta etapa consiste en dos años de formación al final de los cuales se emiten los primeros votos.
Testimonio de Emmanuel Luis:
La misa de inicio de bienio fue un momento muy especial que voy a recordar para toda mi vida. No fue una misa cualquiera pues para mí representa el inicio de una aventura con Dios que yo creo no tiene igual.
El poder vivirla con mi familia junto a mí, con los laicos consagrados que me acompañaron durante el candidatado, con los padres legionarios que me han formado, con las consagradas que nos han dedicado su oración, con personas muy especiales en mi vida y con mis hermanos colaboradores que me han acompañado en este camino de entrega a Dios, hizo de ese momento algo muy especial.
Fue un momento para agradecer a Dios por las personas que me han apoyado en esta decisión, por los que me han acompañado en la preparación y por lo que va a venir.
Fue el momento y lugar perfecto para poner todo en manos de Dios y que Él tome el timón.
Lo más impresionante fue el encontrarme frente a un Dios que me extiende sus brazos con amor, con ganas de abrazarme y reiterándome la invitación que me hizo tiempo atrás.
Ciertamente marca un antes y un después. Sigo siendo yo, pero ahora mi razón para vivir es Dios.
Testimonio Andrés Chávez:
Hubo dos momentos de la Misa que me marcaron mucho. En primer lugar el Evangelio: tocó el que Jesus camina sobre las aguas y llama a Pedro. Lo relaciono con el camino que empiezo. Pedro se asombra de ver a Cristo, su poder, sus milagros, y es invitado a ir con él. Me marcó el saber que pueden venir momentos difíciles, tempestades incluso, pero que debo mantener mi confianza en Dios, en su camino. La homilía me ayudó a entender ese llamado. No somos nosotros quienes marcamos el camino sino que es Él. Es Él quien nos hace esta invitación y quien nos marca la ruta.
Me marcó mucho también el canto del aleluya. “Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás se te dará por añadidura.” Refleja nuestra entrega en pobreza, castidad y obediencia. Me marcó muchísimo también el poder llegar a la capilla y ver a muchos legionarios, ver a todas las consagradas, a los laicos consagrados. Como que Dios me dijo: “Aquí está tu familia”. Me ha costado dejar mi país, Venezuela, pero Dios me ha dado una nueva familia. Pude ver también a un matrimonio Venezolano, amigos de Caracas y muchas personas del Movimiento. Eso somos nosotros, una unidad dentro de la diversidad. Es necesaria está unión de todas las ramas.