Laicos Consagrados del Regnum Christi

“Dios nos llama a santificar las realidades temporales”

Encuentro de la Academia de Líderes Católicos, de la cual es presidente Cristian Nazer, con el Papa Francisco.

El 4 de marzo, Cristian Nazer, laico consagrado del Regnum Christi y Rector de la Universidad Finis Terrae, participó en la audiencia que el Papa Francisco concedió a un grupo de políticos católicos jóvenes latinoamericanos que se encontraban haciendo un curso de Doctrina Social de la Iglesia organizado por la Pontificia Comisión para América Latina y la Academia de Líderes Católicos.

La Academia de Líderes Católicas es una fundación patrocinada por la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad San Sebastián y la Universidad Finis Terrae que busca formar a jóvenes con inquietudes por la vida pública desde los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Cristian Nazer es el Presidente del directorio de la Academia de Líderes Católicos.

Durante el encuentro, el Santo Padre recordó que “la política no es el mero arte de administrar poder, es una vocación de servicio para la generación del bien común” e  invitó a ver a las mujeres, los jóvenes y los más pobres como sujetos de cambio y no como meros objetos de asistencia; siendo estos “los sectores más emblemáticos o significativos del cambio de época latinoamericano”. También agregó que en la respuesta de sus necesidades y sus demandas se juega en buena medida la verdadera construcción del bien común. El Papa Francisco subrayó que “una misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes“. Por eso, los alentó a que vivan su fe con gran libertad, sin creer jamás que existe una única forma de compromiso político para los católicos”. Por último, reflexionó sobre considerar el “mestizaje” como clave de lectura “en el camino para América Latina”. Se puede leer su discurso completo en el siguiente link.

Este programa intensivo de formación, cuyo lema es “Doctrina Social de la Iglesia y Compromiso Político en América Latina. Por una nueva generación de católicos latinoamericanos en política” busca formar a futuras generaciones de dirigentes políticos y sociales de Latinoamérica a la luz del magisterio de la Iglesia y en especial del pontificado del Papa Francisco.

A continuación una breve entrevista a Cristian Nazer:

¿Cuál es la relación de la Universidad Finis Terrae con la Academia de Líderes Católicos?

Vemos nuestra participación como una manera muy concreta de vincularnos con el medio político y eclesial de manera coherente con nuestra misión en línea con lo que el Papa Francisco nos viene repitiendo desde el inicio de su pontificado: ser una Iglesia en salida, al encuentro de los hombres. Creemos que aportamos el sustento académico a un proyecto que es una respuesta a una necesidad imperiosa de nuestro tiempo, formar en el compromiso con el bien común a las nuevas generaciones“.

¿Qué ha significado para ti este encuentro con el Santo Padre?

Ha sido una gracia enorme de Dios, tanto por lo que significa de respaldo del Papa a esta iniciativa como sobre todo por la posibilidad que he tenido de agradecerle personalmente lo que la Iglesia ha hecho en estos años por nosotros. Al comentarle que era laico consagrado del Regnum Christi se alegró y me apretó la mano invitándonos a seguir adelante “.

¿Qué te llevó a apoyar está iniciativa de formar jóvenes con inquietudes políticas?

En las últimas décadas de la historia de la Iglesia hemos vivido una progresiva toma de conciencia del papel del laico en el plan redentor de Cristo. Dios nos llama a santificar las realidades temporales; siendo fermento en la masa, actuando desde el interior del mundo para reconducirlo hacia Dios. Una de esas realidades temporales, de gran impacto, es precisamente la política. En un mundo dominado por el relativismo creo que es indispensable proyectar a católicos convencidos que, a través del ejercicio de la política, puedan mantener viva la llama de la verdad del hombre… es una manera muy concreta de hacer realidad el lema de nuestras universidades: vencer el mal con el bien… hacer un mundo un poco más humano, y más cristiano, despertando en algunos el deseo de ser efectivamente elementos de cambio, sal que verdaderamente sala, luz que no se esconde, sino que ilumina.

   

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